Victima de un accidente. Muere Fernando Andrés Barrio. Fue nuestro corresponsal en Haro.
La Voz del Oja-Tirón. Enero 2005.
     A los 58 años de edad falleció en accidente de circulación el pasado día 17 de diciembre nuestro recordado y querido amigo Fernando Andrés Barrio, que fue durante buena parte de la vida de este periódico su colaborador y corresponsal en Haro y su comarca. Su carácter alegre y bonachón le granjeó la amistad de muchas personas con las que compartió mesa y mantel alrededor de buenos vinos de Rioja y mil anécdotas curiosas. Fernando Andrés ejercía en el momento de su muerte como secretario de los Ayuntamientos de Leiva, Fonzaleche, Villaseca, San Millán de Yécora y Treviana que declararon luto oficial, instalando en sus balcones principales las banderas a media asta, con crespones negros. El vehículo todo-terreno que Fernando conducía fue arrollado cuando se dirigía a su trabajo, a las 9,20 horas de ese viernes, por un camión en la N-232, produciéndole la muerte instantanea. Era portavoz de la Asociación en Defensa de la Sonsierra. ¡D.e.p.!


Fallecimiento sentido.
El Correo, lunes, 20-12-2004, artículo de la Sociedad Landázuri.
     Un desgraciado accidente de circulación se llevó el viernes 17 a Fernando Andres Barrio, natural de Haro, persona culta, excelente conocedor de la historia, especialmente de las tierras riojanas de ambas orillas del Ebro.
     Fernando Andres Barrio, de profesión secretario de Ayuntamiento, era un pozo de ciencia, pero sin ninguna arrogancia ni pretensión. Él quería saber, ante todo. Y además disfrutaba enseñando lo que él había adquirido en sus largas lecturas y experiencias. La visita de la Sociedad Landázuri a Briones y al Museo de la Cultura del Vino, el pasado 24 de octubre, tuvo en él un magnífico guía. Tanto en la villa como en el museo, sus explicaciones fueron del mayor interés, llamando la atención del grupo sobre aspectos que no salen en los libros y folletos. Y todo ello con una palabra fácil y al mismo tiempo apasionada. También con cierta amargura, pues nuestro amigo se quejaba de no poder publicar lo que tenía escrito, a causa de actitudes mezquinas de ciertos responsables políticos.
     Descanse en paz Fernando Andrés Barrio. Y nuestro más sincero pésame a sus familiares y amigos.

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Adiós a un amigo de la viña y del vino.
La Rioja, diciembre 2004. (Cartas al director).

     Sr. Director: El pasado 17 de diciembre se produjo un accidente de tráfico en el que perdió la vida Fernando Andrés Barrio, vecino de Haro.
     Él era secretario de ayuntamiento de profesión, pero un gran estudioso del mundo de la viticultura y la enología históricas de devoción. Bebía, fundamentalmente, en las fuentes de la documentación medieval riojana para realizar sus artículos en revistas especializadas y en la prensa, así como sus comunicaciones y ponencias en diversos congresos del citado ámbito de conocimiento. En los últimos años, se interesó, también, en las plagas y enfermedades de la vid silvestre y cultivada e, incluso, en los sacacorchos, botellas de vino, de destilados y garrafas de alcohol para el encabezado de los caldos.
Foto: Paseo de Iturrimurri, junto a su vivienda en Haro.
     Dominaba el francés, por lo que, además de guiar grupos galos interesados en el turismo enológico, era utilizado por sus amigos a la hora de hacer trabajos y resúmenes en ese idioma. Como en un frontón, las líneas de Internet le hacian textos en castellano que rebotaban de su ordenador jarrero en un francés académico, al que ninguna revista puso nunca pega.
     Fernando era una persona afable, con una envidiable facilidad de palabra, la cual empleaba, en muchas ocasiones, para hacer de abogado de las causas que el consideraba justas, a nivel político, contra el terrorismo y la extorsión etarras y para defender con pasión el patrimonio arquitectónico y natural de su región. Y, por supuesto, de forma totalmente altruista, sin sacar ningún tipo de beneficio propio. Su gran simpatía y elocuencia le hacían destacar rápidamente, por lo que era muy querido en todos los eventos del mundo vitivinícola, como era el caso de las Jornadas de Tierra de Barros, que se celebran, cada mes de mayo, en Almendralejo (Badajoz), o en El Puerto de Santa María, Oporto, Madeira, etc. En esos foros, siempre se comportó como un estusiasta abanderado de La Rioja.
     Pertenecía a la Asociación Internacional de Historia y Civilización de la Vid y el Vino, y consiguió que el IV simposio de dicha sociedad se celebrara en Haro, en junio del pasado año, al ser respaldado por la corporación municipal, Universidad de La Rioja, entidades financieras y empresas, muchas de ellas bodegueras.
     A nivel personal era como los icebergs: tenía una gran humanidad física -fruto de sus gustos epicúreo-gastronómicos- que albergaba otra humanidad espiritual de mucha mayor dimensión. Era un amigo leal con el que se podía contar siempre, capaz de alegrar cualquier reunión y de emocionarse al oír los versos de Berceo cuando se encontraba fuera de La Rioja.
     Fernando no era creyente, pero tenía buenos amigos entre el clero, por lo que, además de en Haro, seguro que se habrán oído plegarias desde los Montes Cogollos hasta Mazagón (Huelva), pasando por Bañares.
     En su lugar de ocio más frecuentado, un bar situado en la plaza de la Paz de Haro, así como en la memoria de todos sus variopintos amigos del norte y del sur, siempre habrá una ausencia irreparable.
     Cuando llegue la primavera de este año, el lloro de las cepas seguro que será más abundante, por que ellas también recordarán a Fernando; igualmente, los vinos de calidad dejarán sobre el vidrio de la copa de cata un mayor lagrimeo...

Rafael Ocete Rubio. Facultad de Biología. Universidad de Sevilla.

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LA TOPONIMIA DE LA ALDEA DE TURZA (EZCARAY)

Euskaltzaindia. Actas de las II Jornadas de Onomástica. Orduña. Septiembre de 1987.

Esta comunicación hubiera debido presentarse dentro del apartado “Onomástica vasca en zonas hoy no vascófonas” y tenía por objeto, a partir de los topónimos publicados por Juan Bautista Merino Urrutia y Santiago Arregui Belar, confeccionar un mapa del valle de Turza, añadiendo la toponimia de posible raigambre euskérica, que me fuera posible recoger de las personas que todavía siguen, de una u otra forma, ligados a la aldea, sin despreciar, naturalmente, aportes documentales, hoy relativamente difíciles de localizar, la haber desaparecido la mayor parte de la documentación del archivo de Ezcaray, en un incendio que destruyó el Ayuntamiento en el año 1945.
A lo largo del trabajo de la encuesta pude llegar a dos conclusiones fundamentales, a saber:
- Mi muy elemental conocimiento de la lengua vasca me veta, hoy por hoy, este tipo de investigación, si ha de realizarse con un mínimo rigor.
- La enorme cantidad de nuevos topónimos aparecidos, durante la investigación, en el territorio de la Aldea de Turza, es, evidentemente, una mínima muestra de los que pueden recopilar en todo el Término Municipal de Ezcaray. Falta, evidentemente, una gran cantidad de topónimos por recoger y he podido apreciar a lo largo del trabajo, en el que he recogido topónimos de otras aldeas, y analizando las listas de Arregui y Merino que un número relativamente alto de nombres se repiten, en una o más aldeas, dentro del mismo Termino Municipal. Por lo tanto, no queda más remedio que ampliar la recogida a TODA la toponimia del valle si el trabajo tiene que tener una cierta trascendencia en cuanto su utilidad final.
He aquí por qué considero que otra comunicación debe ser incluida en el apartado de “Estudio de la onomástica, archivos, métodos, recogida y clasificación”.
Aunque se adjunte una lista de los topónimos recogidos en el curso de la investigación del territorio de la Aldea de Turza, se tratará, más bien, de poner de manifiesto las peculiaridades que hacen necesario un método particular para recoger la toponimia de Valdezcaray.
La recopilación ha de ser exhaustiva y urgente, pues esta notable riqueza toponímica está, archivada en las memorias de los antiguos propietarios de las fincas. De éstos que conocieron, por su nombre, los pagos, fincas, fuentes, caminos, pasadas, accidentes geográficos, etc., gran parte han muerto o emigrado.
El noventa por ciento de las fincas llevan una media de veinte años abandonadas y sin cultivo y los menores de treinta años no las han trabajado jamás, las han visto pocas veces o ninguna y si se han aproximado a ellas ha sido a través del Catastro de la Riqueza Rústica que encubre, a veces, hasta veinte nombres diferentes bajo una misma denominación.
Uno de mis informadores, persona de unos cincuenta años de edad, fue, precisamente, el que acompañó a los funcionarios del catastro cuando se hizo el de la Aldea de Turza, hemos podido comprobar, con los planos en la mano, que los nombres que se les iban dando para una o varias fincas eran aplicados a extensiones mucho mayores (curiosamente se daba nombre a bandas de terreno transversales al sentido del valle, cuando lo lógico hubiera sido nombrar los pagos por escaños o pisos en una zona en que los aterrazamientos son la forma común de cultivo), dejando sin recoger la mayoría de los nombres de fincas que tenían nombre propio, como es el caso de muchos prados de regadío
El objetivo que, en principio, me había marcado era la localización por cualquier medio de los topónimos que pudieran ubicarse en la zona de la Aldea de Turza. En esta Aldea, resido desde 1985 y estaba prácticamente abandonada en el año 1970. Territorialmente Turza está situada en el ángulo NE de Ezcaray, limitando al N con el término Municipal de Ojacastro, concretamente con la Cuadrilla de Garay, al E con el término Municipal de Pazuengos, al S con una línea que, partiendo del pico Chilizarrias, une las cumbres de éste con las de la Collado de Marulla y los Cerros de Orquicia, la Puerca Mingaña y el Horquillo, siendo el límite E el marcado por el Rioja Oja Glera.
Turza tenía 137 habitantes en 1752, 90 en 1945, 87 en 1960 y 45 en 1964. Como ya se ha dicho, en 1970 estaba prácticamente abandonada.
La base documental de mi trabajo la constituyen, de momento, datos ya publicados que, felizmente, para la zona de Ezcaray son relativamente importantes gracias a la labor de Don Juan Bautista Merino Urrutia (El río Oja y su comarca, Logroño, 1968 y La Lengua Vasca en La Rioja y Burgos, Logroño, 1978) y Don Santiago Arregui Belar, (“Toponimia de Ezcaray”, Euskera III, 1958, y precioso mapa del año 1957, editado artesanalmente en Bilbao). También, por fortuna, varios de los documentos medievales más antiguos en los que se contienen topónimos hacen referencia al Término de Ezcaray que se encuentra próximo, y ha tenido, tradicionalmente, estrechas relaciones con los monasterios de San Millán y Valvanera, dos de los más importantes focos “productores” de documentación medieval de La Rioja.
Veamos, brevemente, dos significativos ejemplos. El documento de donación al Monasterio de Ntra. Señora de Valvanera de la Iglesia de Santa María de Ubaga, de 1110, en el que, por primera vez aparece Ezcaray, “villam que vocatur Yzcarahi”, aparecen ya Turza, “e hotra pieça en Iturricha”, y el Pago de Balanegra, también de Turza, “e III pieças en Val Negra”.
Pero aunque la generalidad de los Historiadores sitúa en este año la primera referencia al término de Ezcaray, existe un documento del año 959 en el cartulario de San Millán de la Cogolla referente a las bacarizas de San Millán en diversos lugares en el que aparecen bacarizas en Refoio (Rehoyo) y Benifederra (Beneguerra), así como en otros siete lugares que no puedo identificar ahora pero que no es improbable se encontrasen dentro del territorio que abarca este trabajo.
Especialmente interesante es el tratamiento que se da, en Ezcaray, a los nombres de las fincas, sobre todo a los prados de regadío. Casi todos los prados tienen su nombre, alguno tiene nombre y apellido y los que no los conservan es porque han desaparecido sus propietarios.
Urge, pues, una recogida oral de todo lo que se pueda encontrar en las memorias de los que todavía tienen los recuerdos de las fincas que un día cultivaron sin despreciar, naturalmente, los aportes documentales que, posteriormente, puedan ser incorporados al trabajo.
El material recogido lo he organizado por orden alfabético, partiendo siempre de la versión que se me ha dado en la encuesta oral. A modo de experimento he incorporado los topónimos con el mismo nombre que recogieron Merino Urrutia y Arregui Velar y los que aparecen en el Catastro.
El resultado, provisional naturalmente, de estas primeras encuestas ha sido relativamente alentador. Para la misma extensión, el término de Turza, que es el catastro de Rústica se reduce a unos cuarenta y seis nombres, he recopilado, hasta el momento, ciento sesenta y tres.
En el mismo territorio Arregui Bilar encontró cuarenta y ocho, Merino Urrutia treinta y dos y yo he añadido ochenta.
La mayoría de los nuevos nombres son romances, pero muchos, por no decir la mayoría, de los recopilados por Merino y Arregui también han sido mencionados por mis informadores.
De lo estudiado hasta el momento he podido sacar las siguientes conclusiones:
- Si el número de topónimos es de ciento sesenta y tres, por el momento, para la zona de Turza, es casi seguro que, para el Término de Ezcaray, han de llegar a recogerse unos mil seiscientos nombres, lo que supone una cantidad de topónimos considerable en un solo término municipal.
- Es muy posible, y lo digo por las muestras que he recogido en otras aldeas y que todavía no he clasificado por completo, que Merino Urrutia y Arregui no recogiesen todos los topónimos de origen o formación eusquérica.
- Y, por último, la posibilidad de encontrar fuentes documentales no es tan pobre como en un principio pudiera parecer, sin olvidar que las hay, los cartularios, que si no son abundantes son al menos interesantes en grado sumo.
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TURZA

  • AGUJA, CERRO LA CAT
    ALBORTIGA MU AB
    ALGORTIGA MU AB
    ALMARQUIA MU AB
    ALMARTIA MU AB
    ALMICIA AB CAT
    ALLENDE CAT
    APIA CAT
    ARAMBURA MU AB CAT
    ARENAL, EL
    ARRASTRADERA, LA
    ARSOVIA CAT
    ARTICORANA MU AB
    ASTILLAR, EL
    AZUYA MU AB CAT
    BALANEGRA (VAL NEGRA 1110)
    BALLESTAS, LAS CAT
    BARRENA, CALLEJA AB
    BARTOLO, CAMPO
    BENÉCULLA AB
    BENEGUERRA (BENIFEDERRA 959 CART)
    BIGARNA AB CAT
    BLANCA, PEÑA CAT
    BONICAPARRA (DESPOBLADO) AB CAT
    BURRARA
    CABALLERO CAT
    CALERA, LA CAT
    CALLEJA, LA
    CAMPAZO, EL
    CAMPO DE LA CRUZ
    CANTON, EL
    CAÑAMAL
    CARANA MU AB
    CARBONERAS, LAS
    CASCAJO, EL
    COLMENAR, EL AB CAT
    CONCEJO, EL
    CORRELAGUA CAT
    CUADROS DEL COLLAO
    CUESTAS, LAS
    CUEVACHÓN, EL
    CUEVAS, LAS
    CUMBRE, LA CAT
    CHÁDMUGA MU
    CHARCAS, LAS
    CHILIZARRIAS MU AB CAT
    CHÓCOLLA AB CAT
    CHOZA TEJA, LA
    DORALDIA MU (1752) AB
    EGIDO, EL
    ERA LA PEÑA, LA
    ESCONOBIA AB CAT
    ESPURGAÑA (DESP) (ESPEÇUGAÑA 1487) MU
    ESPUZARRA AB
    ESTACIÓN, LA CAT
    ESTETURRIA, FUENTE MU AB CAT
    ESTILLAR, EL
    FRESNO, EL
    FUENTE DE DOMINGO RAMOS
    FUENTE DEL VALLE
    FUENTE FRÍA
    FUENTE MALA
    FUENTE, CERRADA LA
    GALICHA AB
    GALICHO MU
    GARDUCIA MU AB
    GUSARAMBIA AB
    HORCÓN, EL
    HORQUILLO, CERRO DEL
    HOYA, LA
    HUEVERA, CERRADA
    IGLESIA, PRAO LA
    ILANGUIA MU
    JUANA, HOYO LA
    JUANBARRENA AB CAT
    JUTA, PEÑA AB CAT
    LAGUNAS, LAS
    LANETURRIA MU AB
    LARRINZALA
    LARRIZABALA
    LASTRAS, LAS
  • LUENGOS, LOS
  • MAGUILLO, EL
  • MANZANOS, LOS
  • MARULLA, MAJADA DE
  • MATA MAYOR, LA
  • MOLINO, EL
  • MONICARRIA, CALLEJA
  • MONTE LA CRUZ
  • MORCILLA, LA
  • MORENA, FUENTE
  • MOROS, PEÑA LOS
  • MUNTIÓN
  • NEVERAS, LAS

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Toponimia del término municipal de Ezcaray.
La toponimia de formación vasca. Merino Urrutia, Arregui Belar y otros

Euskaltzaindia. Actas de las III Jornadas de Onomástica. Estella. Septiembre de 1990.

Cuando, tras las II Jornadas de Onomástica de Orduña, decidí ampliar el ámbito geográfico de la recogida de topónimos que estaba haciendo de la Aldea de Turza al término municipal de Ezcaray, tras una primera aproximación a las publicaciones existentes me pareció que muy pocos topónimos nuevos, sobre todo de formación vasca, iba a ser posible recopilar en el territorio de Valdezcaray.
Me equivocaba. Como se equivocaba Don Santiago Arregui Belar con quien tuve la suerte de poder hablar hace unos días en plena Plaza de Conde Turrimuzquiz. Hablamos de su trabajo publicado en 1958 en la revista Euskera, me confesó, no sin cierto orgullo, que había pensado entonces, tras encontrar ciento veinte nuevos topónimos no publicados hasta entonces por Merino, que muy difícil iba a ser para quien pretendiese recoger nuevos nombres tras la publicación de los recogidos por él conseguir algo nuevo.
Se sorprendió cuando le dije que tras un primer estudio de su trabajo y el cotejo de su contenido con el de la última edición de “La Lengua Vasca en La Rioja y Burgos” publicado por Merino en 1979 los topónimos facilitados por él y que no constan en Merino son 236 y que yo mismo, sin haber todavía terminado la tarea de recogida oral en la totalidad del Valle de Ezcaray, he podido recoger 86 nuevos nombres (sin contar los claramente comprensibles en castellano que para esta comunicación no se contabilizan por las razones que luego se dirán).
Al reunir, aunque no de forma exhaustiva, (faltan seguramente artículos de prensa y otras publicaciones de difícil localización que será preciso ir incorporando al trabajo a medida que éste vaya progresando) las publicaciones en que se hace alusión de una forma u otra a la toponimia del territorio a estudiar, se aprecia su escasez y una relativa falta de calidad en su conjunto. No sucede así para Merino Urrutia que con Arregui y Rittwagen es, hasta época relativamente reciente, el único que recoge toponimia menor de La Rioja en cantidad apreciable.
Hay que llegar al año 1979 para que otro autor, en este caso Ildefonso Rodríguez de la Lama, publique varias listas de toponimia menor dentro del ámbito de su obra “Colección Diplomática Medieval de La Rioja”; y tienen que pasar otros ocho años para que en 1987 se publique el “Diccionario de Toponimia Actual de La Rioja” de Antonino González Blanco, obra ésta de inmenso mérito que recoge gran parte de la toponimia de La Rioja, incluyendo naturalmente la menor, así como la publicada hasta el momento por Merino y Rodríguez de la Lama.
En todas sus publicaciones mencionadas se hace alusión de una u otra forma a la toponimia del territorio de Ezcaray.
Del resto de los trabajos que he podido encontrar sobre toponimia riojana y que en número no llegan a diez solamente tres hacen alusión a Ezcaray.
En 1950 Alarcos Llorach en "Apuntaciones sobre Toponimia Riojana" hace referencia a Ezcaray y a alguna de sus aldeas, todos los nombres que inserta ya habían sido publicados por Merino Urrutia y así lo hace constar Alarcos.
En "Toponimia Riojana" de Carmen Ortiz Trifol, no se encuentra tampoco nada que pueda sernos útil para el estudio de la toponimia del territorio que nos ocupa a pesar de que figura Ezcaray con algunas de sus aldeas.
No quiero dejar de mencionar aquí la alusión que se hace a la toponimia de Ezcaray dentro del capítulo titulado "Pervivencia Ibérica en La Rioja" perteneciente al disparatado y caro, volumen que lleva por título "Lectura y Traducción de la Lengua de los Iberos" cuyo autor es Don Edelmiro Zamanillo Rosales, su singular interpretación etimológica de algunos topónimos basta, a mi juicio, para justificar su inclusión aquí.
Hay que hacer constar también que aunque Rodríguez de la Lama no hace expresa referencia al término municipal de Ezcaray, su trabajo es ciertamente interesante y útil para cualquiera que pretenda recopilar la toponimia del valle ya que se ocupa muy directamente de las salidas de éste hacia La Rioja.
Habiéndome pues propuesto la recogida exhaustiva de TODA la toponimia del Valle de Ezcaray y sus aldeas y su localización topográfica pienso que ha de ser gran ayuda el conjunto de lo publicado sobre este tema para La Rioja sobre todo, naturalmente, en lo que hace referencia al territorio de Ezcaray y muy especialmente las publicaciones de Merino Urrutia y Arregui Belar.
En este sentido y proponiéndomelo como finalidad de esta comunicación he procedido a cotejar la totalidad de topónimos publicados por los mencionados Merino y Arregui y los recogidos por mí, con dos objetivos fundamentales; por un lado incorporar al fichero los nombres ya publicados y por el otro llegar, aunque fuera subjetivamente, a determinar el estado de la cuestión en el sentido de conocer las posibilidades de aumentar las colecciones de topónimos que hasta el momento nos son conocidas con otros nuevos sea cual sea su procedencia.
No he considerado oportuno incluir en la encuesta los topónimos publicados en el "Diccinario de Toponimia Actual de La Rioja" por lo complicado que puede llegar a ser extraer sólo los topónimos de Ezcaray y más considerando que no ha de ser difícil solicitar del autor una lista comprensiva de los mismos.
Aún así, y a modo de experiencia, he realizado una prueba con la letra -A- de la que tengo, por el momento, ciento veinticinco fichas; en el diccionario figuran ciento siete nombres de los cuales setenta y cinco están tomados de Merino Urrutia, de los restantes catorce figuran en mi fichero y diecinueve no los tenía recogidos. Por el contrario no figuran en el diccionario veintiún nombres publicados por Arregui y quince recogidos por mí y todavía inéditos.
Si a este porcentaje de novedades (el 7% para la letra -A-) se mantiene para el resto del abecedario la aportación del diccionario a la toponimia de Ezcaray no es en absoluto desdeñable, sobre todo considerando que Antonino González Blanco tiene anunciada la publicación de la toponimia contenida en el Claustro del Marqués de la Ensenada lo que nos dará una idea de cómo Merino Urrutia seleccionó los nombres que también él extrajo del Catastro.
Este ensayo sobre la letra -A- del Diccionario se ha hecho en base a la toponimia recogida por el autor y por mí, para el cotejo que quiero hacer con los materiales publicados por Merino y Arregui ha sido imprescindible proceder a una selección que me aproximase al método de los mencionados autores cuando se plantearon sus publicaciones.
Dice Merino en "El Vascuence en La Rioja y Burgos (1949)" "En la selección de nombres he seguido la misma norma que en el dicho trabajo (se refiere al titulado "El Vascuence en el Valle de Ojacastro (1936)" o sea, que he incluido todos aquellos que son a mi juicio total o parcialmente vascos. Figuran también varios toponímicos (sic) que, aunque no sean vascos, son dignos, por sus características, de figurar en esta clase de colecciones, pues su conocimientos puede ser útil al investigador".
No pudiendo seguir a Merino al pie de la letra por un lado por culpa de mi casi total desconocimiento del Euskera y por otro porque, de momento, sólo recojo y clasifico toponimia sin entrar a determinar su etimología, he realizado mi selección de la forma en que lógicamente puedo aproximarme más a su método, es decir he dejado por el momento en el fichero todas ls palabras que tienen claro significado en castellano y que son la mayoría de las que clasificaremos como nombres no publicados por Merino y Arregui y recogidos por mi teniendo en cuenta que el objetivo de mi trabajo es recoger todos los topónimos del término municipal de Ezcaray, hecha esta salvedad he dejado para su cotejo los que de una u otra forma hubiera seleccionado Merino y que no aparecen entre las publicadas por él.
Hay que precisar que Merino publicó unos quinientos ocho nombres, Arregui unos cuatrocientos dieciocho y yo unos cuatrocientos setenta y cinco de los que doscientos cuarenta y dos he considerado que pueden ser equiparados a los publicados por los mencionados Merino y Arregui.
¿Por qué no doy cifras exactas al hablar de los topónimos recogidos y publicados por cada autor? Pues porque seguramente hay topónimos repetidos con diferentes grafías o bien el mismo nombre designa dos accidentes geográficos diferentes, y todo esto habrá que llegar a determinarlo solamente al final del trabajo.
Con las cantidades que he mencionado ha confeccinado un gráfico en el que constan el número de los topónimos exclusivamente publicados por Merino, los que publicó Arregui Belar así como los recogidos por mí y todavía inéditos y como consecuencia las palabras en cuya recogida coincidimos los tres o dos entre los tres encuestadores.
Las conclusiones que pueden deducirse del estudio de este gráfico son realmente interesantes.
Merino es, con mucho, quien más toponimia de la zona ha reunido, pero no incorporó a su repertorio los topónimos recogidos y publicados por Arregui. ¿Qué razones tuvo, si existieron, para no hacerlo? Es una pregunta que me inquieta y para la que seguramente no encontraré nunca respuesta, si no es en el hecho de que ni Merino ni Arregui se propusieron nunca la recogida sistemática de la totalidad de la toponimia de Ezcaray como fin último de sus investigaciones. Por eso aunque Arregui aporte doscientos treinta y seis nombres no publicados por Merino éste confecciona, veinte años después, sus listas definitivas con la sola toponimia recogida directamente por él. Como consecuencia de esto el autor del Diccionario de toponimia actual de La Rioja, seguramente pensando que Merino había incorporado a su obraa el total de las publicaciones existentes, deja de publicar doscientos treinta y seis nombres de Ezcaray que además hubiera encontrado, de habérselo propuesto, con relativa facilidad, en la biblioteca del Instituto de Estudios Riojanos.
Esto no ha de restar un ápice del mérito que ha de atribuirse a Don Juan Bautista Merino Urrutia cuyos trabajos sobre Ezcaray y otros municipios de La Rioja van a ser muy dificiles de igualar. Reciba pues desde aquí mi más sincero homenaje y únase a él Don Santiago Arregui Belar, yo no estaría seguramente aquí sin el ejemplo de ambos.
Gracias a ellos sabemos que gran parte (yo me atrevería a afirmar que la mayor parte, pero hay que darle tiempo al tiempo) de la toponimia de Ezcaray es de formación vasca. Considero, sin embargo, que aún quedan multitud de nombres esperando ser recogidos, véanse sino los ochenta y seis nuevos topónimos, de un total de ochocientos veintiocho recogidos oralmente por mí (más de un 10% del total de los conocidos hasta el momento). O los diecinueve recogidos por Antonino González Blanco en la letra -A- de su Diccionario, de los que once hubieran sido seguramente incorporados por Merino al corpus de los recogidos por él, aunque uno al menos Arrosartia pueda ser variante de Arrasartía ya publicado por Merino, habrá que verlo en su momento.
En fin, si la recopilación de topónimos de origen romance en la zona de Ezcaray está prácticamente sin empezar la de la toponimia de formación vasca no parece haber concluido todavía.
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TOPONIMOS QUE FIGURAN EN EL DICCIONARIO DE TOPONIMIA ACTUAL DE LA RIOJA Y NO EN MIS FICHAS (LETRA -A-).

  • ABRENIOCHA
  • ACADEMIA GENERAL MILITAR, PLAZA DE LA - EZCARAY
  • ALDEA, LA - CILBARRENA
  • ALDEA MEDIA - CILBARRENA
  • ALDEA SAN JUAN - CILBARRENA
  • ALORIA, RIBERA DE RIO -
  • ALTEÑA, PICO - AZARRULLA
  • ALTRUPIA
  • ALZUFRA - ZALDIERNA
  • ALMENARES, TERRERA
  • ANDALUCES, GALERA LOS - AZARRULLA
  • ANITARRENA
  • ANTICAPRADO
  • ARRASO
  • ARBOLEDA, LA
  • ARROMANTE, FUENTE DE - ALTUZARRA
  • ARROSANTIA (ARRASANTIA M.U.) - SAN ANTON
  • ARRUBIA
  • AVELLANAR, EL
  • NOMBRES NO PUBLICADOS EMPLEADOS EN LA CONFECCION DEL GRAFICO
  • ACABIESO, EL - ALTUZARRA
  • ALAGUILLO, COLLADO - POSADAS
  • ALTUBARRIA - URDANTA
  • ANTECUYA - ALTUZARRA
  • ARANJUELO
  • ARANZAYA - ALTUZARRA
  • ARREA, PEÑA - AYABARRENA
  • ARRIZADA, LA - TURZA
  • ASTRIZO, MONTECITO EL - TURZA
  • BANACIA
  • BERROLAGÜENA - POSADAS
  • BICHICUENA, MAJADA - POSADAS
  • BRÍMPICHA, LA - ALTUZARRA
  • CAIZA, MAJADA - POSADAS
  • CILBÁRRENA - POSADAS
  • CLÁBURA - POSADAS
  • CHERCOLAGUILA - ALTUZARRA
  • CHOCORREGO - POSADAS
  • DORUBIA, MAJADA - POSADAS
  • ESCORRACIA, MAJADA - POSADAS
  • ESPARCIA - POSADAS
  • ESPELLATENA - POSADAS
  • ESQUÉCILA, SOLANA - TURZA
  • EZPURA - POSADAS
  • FRANCHA, PRAOS DE LA - TURZA
  • GARANZADIA - ALTUZARRA
  • GUINDELEZPURA - ALTUZARRA
  • GUIRERON, EL - POSADAS
  • GUSTIBUENA, MAJADA - POSADAS
  • ICOQUIA - AYABARRENA
  • JUANPERILLO - TURZA
  • JUANPEREZ - ALTUZARRA
  • JUANBARBICIA - TURZA
  • LACHOLRRA, FUENTE - TURZA
  • LAGUEZPURA - POSADAS
  • LALMAGRE - POSADAS
  • LAMBERZA - CILBARRENA, URDANTA
  • LANCECOLLA - POSADAS
  • LANDARRUTE - ALTUZARRA
  • LARCACEL, HUERTA - TURZA
  • LARREN - TURZA
  • LARREÑAL - TURZA
  • LÁUCILLA - POSADAS
  • LAZARCIA - ALTUZARRA
  • LAZURIA, LA - TURZA
  • LUEÑAN, SANTA MARIA DE - ALDEA
  • MANTENTURRIA - POSADAS
  • MANTURRA - CILBARRENA, URDANTA
  • MARINOQUINA - ALTUZARRA
  • MAZACRIBILA - TURZA
  • MÉRRUCIA - POSADAS
  • MICAZABALA - BONICAPARRA
  • MILÍNCHITA - TURZA
  • MINGAÑA, CERRO - TURZA
  • MIZANAZAS - TURZA
  • MIZICABALA - TURZA
  • MORIANA - ALTUZARRA
  • MOSQUIJO - TURZA
  • MOSTAJO, MAJADA - POSADAS
  • ONTURUMBIA - POSADAS
  • PRÉMUCHA, PASADA - TURZA
  • PODOLTURRA - POSADAS
  • PÉRRIGA - ALTUZARRA
  • PARCECOLATO - ALTUZARRA
  • QUILON, FUENTE - TURZA
  • RAFIA, MONTE - TURZA
  • RÁNCHITA - TURZA
  • REA, LA PEÑA -POSADAS
  • ROIZA, PEÑA - TURZA
  • ROTECOLATO - ALTUZARRA
  • SALESPURA - ALTUZARRA
  • SITORTIA, SOLANA - POSADAS
  • SOGRAMICIA - AYABARRENA
  • SORIABARCENA - ALTUZARRA
  • TORRUBIA - TURZA
  • TORROZURIA - TURZA
  • USARAMBIA -
  • VIGARNA - TURZA
  • VILORIENTAS, LAS - POSADAS
  • VITORTIA, MAJADA - POSADAS
  • ZAGATRIA, LA - ALTUZARRA
  • ZALAGUA, LA - ALTUZARRA
  • ZALAUNA, PICO - CILBARRENA, URDANTA
  • ZARRACUYA, MAJADA - POSADAS

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