Carlos Muntión Hernáez

Contenido:
- Apuntes biográficos
Artículos aparecidos en la revista Piedra de Rayo:
     - Ganaderia y Pastoreo en Vasconia. nº 4, nov 2001
     - ¿Qué fue de las raquetistas?. nº 5, abril 2002
     - Las Cédulas de Ubaga. Cartillas contra las brujas. nº 8, febrero 2003
     - Lola Barasoain. nº 9, junio 2003
     - Jacinto Sagarna, el Pastor del Gorbea. nº 9, junio 2003
     - Presos vascos en el frontón Beti-Jai. nº 16, abril 20005
     - Iruña-Veleia. Las primeras palabras en vascuence. nº 21, junio 2006



 Foto: Carlos Muntión en su local de la calle San Juan, en Logroño.                                                      
     Apuntes biográficos.

     Carlos Muntión (Tricio 15-04-1953), es desde el nacimiento de la revista Piedra de Rayo (http://www.piedraderayo.es), su Director. Es esta una razón suficiente para que aparezca en esta página web, puesto que la revista Piedra de Rayo, es un ejemplo de respeto y pluralidad con las raices y la historia de La Rioja, y por lo tanto con los aspectos en común que historicamente ha tenido el territorio de La Rioja con los territorios Vasco-Navarros.
     Pero no es esta la única ocupación de Carlos, puesto que participa y ha participado en el movimiento social riojano, en un primer plano de manera destacada: Profesor y exdirectivo de la Universidad Popular de Logroño; Presidente de la ONG, Sodepaz; y otras muchas actividades, entre las que cabe incluso apoyar candidaturas políticas, en alguna de las cuales formó parte.
     Desgraciadamente este estar en primera fila de los movimientos ciudadanos democráticos de izquierda, y su independencia de criterio, le lleva a que la revista que dirige no tenga ninguna ayuda por parte del Gobierno de La Rioja. El 7-06-2006, el Gobierno de La Rioja, presenta una nueva "Revista de Cultura y Tradiciones de La Rioja", llamada BELEZOS

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DISTINTOS ARTÍCULOS APARECIDOS EN LA REVISTA
"PIEDRA DE RAYO".

 

Ganadería y Pastoreo en Vasconia.
Texto: Luis Vicente Elías. Piedra de rayo, nº 4, noviembre 2001

     Es para mí un honor hacer una recensión sobre una obra que surge del trabajo de un grupo de personas que como yo tuvimos la ocasión de ser alumnos de Don José Miguel de Barandiarán.
     El Atlas Etnográfico de Vasconia es una de esas obras que producen envidia y respeto. Envidia, por ver como una tierra vecina va documentando su patrimonio etnográfico, con los pocos medios que la Cultura (con mayúscula) concede a estos quehaceres. Y respeto, porque la doctrina de nuestro maestro sigue viva y válida, como lo demuestra esta magnífica monografía titulada Ganadería y Pastoreo en Vasconia.
     La metodología empleada en este trabajo surge en aquel I Congreso de Artes y Tradiciones Populares de Zaragoza en el año 1968, en el que tuve la suerte de acompañar a D. José Miguel, y yo presentaba una juvenil comunicación sobre La fabricación de alpargatas en Cervera del Río Alhama. Recuerdo a título anecdótico que, aprovechando el congreso, el entonces presidente de la Diputación de Logroño, D. Rufino Briones Matute, presentó un proyecto etnográfico para La Rioja, que iba a dirigir otro maestro insigne, D. Alejandro Marcos Pous.
     En aquella reunión D. José Miguel nos expuso un Bosquejo de un Atlas Etnográfico del pueblo vasco y su metodología, así como El cuestionario para un estudio etnográfico del pueblo vasco, que han sido las herramientas fundamentales para este trabajo.
     Pero lo importante de D. José Miguel fue que concienció a sus alumnos de la importancia de documentar los hechos de la vida cotidiana y por esta razón se crearon en Navarra los grupos Etniker, en 1969, para la recopilación sistemática de los materiales etnográficos y a partir de esas fechas un incansable grupo de personas han documentado la cultura tradicional de Euskalerria.
     Para la redacción de Ganadería y pastoreo en Vasconia se han realizado encuestas a 500 personas repartidas en todo el territorio con la consiguiente distribución: En Alava 13 localidades; en Vizcaya 12; en Guipúzcoa 11; en Navarra 16; en la Baja Navarra 4; en Lapurdi 2 y en Zuberoa 3.
     Desde el punto de vista geográfico y a efectos de trabajos comparativos desde La Rioja, es interesante al visión del área mediterránea del País Vasco en especial las respuestas procedentes de Alava, en concreto de Valderejo, Valdegovía, Zambrana, Pipaón, Moreda y Treviño; y de Navarra las referentes a Lodosa.
     Sin embargo todo el trabajo tiene un gran interés desde el punto de vista comparativo y de su lectura se observa una clara identidad funcioanl enlas culturas pastoriles. Por ejemplo, si relacionamos el nombre de esta revista con el trabajo de Vasconia, encontramos que las creencias sobre la virtud que tiene el hacha contra el rayo fueron estudiadas por Barandiarán en numerosas ocasiones. Según estas creencias el rayo es una piedra lanzada por la nube tormentosa. Sea como fuere, al rayo, piedra lanzada del cielo, se le contrapone ritualmente el hacha que en el neolítico era una piedra lanzada con el impulso del asta.

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¿Qué fue de las raquetistas?.
     Texto: Benjamín Blanco Rocandio. Piedra de rayo, nº 5, abril 2002

     “Ciertamente, cuando al deporte femenino constituye espectáculo, si puede faltarle fortaleza, le sobre gracia”. Con estas palabras solventaba el cronista de la época el comentario sobre el deporte de la raqueta practicado por mujeres y que en Logroño tuvo su época dorada entre las décadas de los años cuarenta y cincuenta. Eran las raquetistas, un puñado de mujeres, que entre el recelo de una sociedad machista y el morbo que despertaban, recorrían el mundo de frontón en frontón; deportistas singulares que recuerdan con nostalgia o que bien prefieren olvidar aquella época en la que eran el centro de todas las miradas.

     En aquellos tiempos de una España pazguata, donde la mujer tenía que ser madre y esposa, ama del hogar para toda la vida, la presencia de estas jóvenes en los frontones no pasaba desapercibida. La prensa del momento recogía sus evoluciones sobre la cancha y algunas revistas profundizaban sobre el fenómeno. Una de aquellas revistas era La Rioja Industrial, cuyas páginas recogían a finales de los años cincuenta un amplio reportaje sobre el deporte femenino, y en concreto sobre la (polémica) presencia de raquetistas en los frontones riojanos. Pero dejemos que sea el cronista quien nos ilustre: En finales de siglo, puede decirse que el único deporte acostrumbrado en la mujer era el baile; pero de entonces acá, y de modo singular en los tiempos actuales, por estímulo de la Obra Sindical de Educación y Descanso, todas las jóvenes (puede decirse que todas, puesto que son tantas) se aplican con entusiasmo a los ejercicios de cultura física que deben mantener y acrecentar la sanidad del cuerpo (...). Por otra parte, el tenis ha sufrido una variedad: la de la pelota pared o juego de raqueta en frontón, bastante desarrollado, y en el cual, obedeciendo a un acicate, de tipo económico preferentemente, se da un crecido número de profesionales, pues la mujer, que ha invadido fábricas, talleres y oficinas, en la conquista de medios de subsistencia que la independicen, ha entrado ya en el campo deportivo con una inacabable "teoría" de raquetistas de frontón, que, sin duda alguna, en el aspecto profesional, ha dañado un poco, o más que un poco, el juego masculino de pelota vasca. Vamos, toda una declaración de intenciones.

     C. de V., que así firma el reportero, no descansa ahí: La agilidad del varón es una; la de la mujer, muy distinta. El juego masculino se caracteriza por la robustez y el brío; el femenino logra su mayor valor cuando se practica con soltura y habilidad que pudiéramos calificar de gentiles. En el deporte de la raqueta -que en estas líneas comentamos y que, en su aspecto profesional, hemos visto ejercitar en el frontón Beti jai, de Logroño- se señalan las apuntadas cualidades. Una crónica reveladora del concepto del deporte femenino en aquellos momentos. Pero sigamos prestando atención al cronista: El juego rápido y brillante ejercitado por la mujer produjo una excelente impresión artística. El frontón, en ocasiones, parecía ser el único espectáculo, a juzgar por la enorme concurrencia pública. Tal ocurrió durante las actuaciones de Toni, Hortensia, "Azcoitia' y Maruja....

     De Logroño a La Habana
     María Antonia Uzcudun, `Chiquita de Anoeta', considerada la mejor zaguera del mundo en aquel momento, recuerda los comentarios de aquellos años: Era una tabarra que tenían entonces con que el deporte nos hacía hombrunas, que era poco femenino o qué sé yo. Algo que no era de extrañar, ya que en aquellos tiempos, hasta Lily Álvarez, la tenista, era otro `bicho raro' aunque el tenis siempre había sido una cosa más fina.
     La afición que despertaron las raquetistas les hacía viajar continuamente de Madrid a Barcelona, de Valencia a Tenerife o de Logroño a La Habana o México D.F.. En este trasiego, algunas se instalaron definitivamente en Logroño al contraer matrimonio con logroñeses de renombre, la mayoría profesionales liberales de familias acomodadas. As¡, por fin, dejaban los impropios escenarios en los que habían vivido y volvían definitivamente al hogar.
     Una de aquellas jóvenes era 'Quinita', una sevillana que con veinte años llegó a Logroño para jugar en el Beti-Jai -era delantera, pero de las malas y miedosa- y ya se quedó para siempre entre nosotros. Hoy con sus 79 años, recuerda sin mucha nostalgia aquellos sus años jóvenes: Empecé a jugar en Sevilla cuando levantaron un frontón en la calle Principal. Mi padre era amigo del entrenador de chicas y fue él el que me animó a probar. A mí me pareció rarísimo, pero allí estábamos. Su primera visita a nuestra tierra para disputar sus partidos le cambiaría definitivamente la vida: Sólo estuve jugando ocho meses aquí en Logroño, hasta que me casé. Era el año 40. Recuerdo que al principio estábamos en pensiones como La Castellana, ya que con el sueldo que nos pagaban llegaba para pagar la pensión y poco más.

     "Tuve la suerte de casarme"
     Si la presencia de mujeres en un territorio casi exclusivo de hombres -entre el olor a puro y, por supuesto, a Soberano- despertaba todo tipo de comentarios, su indumentaria no dejaba lugar a los sobresaltos: Uy, falda blanca de popelín hasta el tobillo y polos blancos huecos, se encarga de dejar bien claro 'Quinita' ante la pregunta del entrevistador curioso. No estaba bien mirado que las chicas hicieran deporte en público en aquellos años. Por supuesto, había de todo, pero en general no estaba bien visto y tenían de nosotras una imagen frívola, aunque no exenta, seguro, de morbo, porque además todas éramos de fuera... aunque yo tuve la suerte de casarme.
     Un comentario que, oído ahora, en pleno siglo XXI, suena retrógado, pero que no resulta extraño si tenemos en cuenta que el manual de moda para aquella época tan gloriosa era el libro escolar de la Sección Femenina de F.E.T. y de las J.O.N.S., que en 1957 ya lo dejaba bien claro: Rechacemos las blusas ceñidas que revelan un busto descarado. Rechacemos la falda tipo tonel o ánfora, y, dentro de las formas de la moda, adaptémoslas a la línea normal de la estética, o sea, si la cintura mide 60 centímetros, las caderas, progresivamente, medirán 90, y el borde, 1,50. Como para andar con frivolidades; aunque hay que reconocer que las medidas que propone el manual son de vértigo... Eso sí, bien disimuladas.
     'Quinita' compartió cuadros alegres con otras raquetistas que también terminaron su carrera en Logroño. Fue el caso, entre otras, de las raquetistas conocidas como `Isabelita' y`Julita', que se casaron con los hermanos Martínez-Iñíguez de Logroño, un apellido logroñés con pedigrí.

     Cita en el Beti-Jai
     Ninguna de ellas olvidará jamás el lugar donde despertaron pasiones con sus raquetas: el frontón Beti-Jai. Éste se levantó en la calle Juan XXIII, en la denominada como zona del Doctor Zubía, en el año 1912. Allí se daban cita los logroñeses de la época para ver las evoluciones de aquellas jovencitas, no sin estrépito, y donde las apuestas consistian en saber si la falda subirla más arriba de la rodilla. En ese deportivo recinto, extraordinario para el desarrollo del viril y noble juego de la pelota, tenían su hueco 'Quinita', 'Isabelita', 'Julita', `Dorita'..., nombres de guerra en un terreno de hombres.
     Entre sus quinientas localidades se daban cita curiosos, aficionados y también, en muchas ocasiones, los futuros maridos de aquellas que fueron pioneras de la mujer urbana, que se ganaba su propio sustento, llevaba las uñas pintadas, hacía deporte o iba a los bailes liberada de las carabinas.

     Vascas, Madrileñas y Andaluzas
     El denominado por aquel entonces como deporte vasco tenía en el resto de disciplinas una discreta representación riojana, pero que en el caso de las raquetistas era nula si nos atenemos a los testimonios periodisticos de la época. Un extremo que la propia 'Quinita' se encarga de corroborar al hacer memoria -no conocí a ninguna riojana- y repasar la procedencia de las jugadoras, en su mayoría andaluza, madrileña y, sobre todo, claro está, vasca.
     Sirva esta historia como recuerdo de unas mujeres que rompieron moldes, abrieron el camino y fueron capaces de hacer frente a la doctrina de púlpito que rezaba que la mujer necesita servir a alguien y, si no las tiene a mano, va en busca de necesidades que satisfacer. En el servicio cordial y amoroso encuentra su gloria. Amén.

"Benjamín Blanco Rocandio es periodista, de Canales de la Sierra, y coordinador de los suplementos del Diario La Rioja.

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Las Cédulas de Ubaga. Cartillas contra las brujas.
Texto:Carlos Muntión Hernáez. Piedra de rayo, nº 8, febrero 2003.

 

 

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Lola Barasoain
Texto: Carlos Muntión. Piedra de rayo, nº 9, Junio 2003.
Foto de Iñaki Gorostidi: Lola en el Molino, su casa actual, en el pueblo de Sorzano.

     Nace en Uztarroz, en el valle navarro del Roncal, donde la osa Camille, cada primavera, se desayuna un par de cabras para despertarse del descanso invernal. Estudia diseño en París. Fue modelo para Givenchy y juro que en el 68 ella también seguía en París buscando la playa debajo de los adoquines de la ciudad.
     Desde el año 1970 reside en La Rioja dedicada al trabajo de recuperación textil. Su primer taller se instaló en el pueblo casi abandonado de Trevijano de Cameros, lugar donde conoció la técnica de las almazuelas. Su trabajo de investigación apoyó también la rehabilitación de aquella localidad serrana hoy habitada de nuevo y hasta diría, pueblo de moda con una intensísima vida comunitaria y cultural.
     Del Camero viejo se marchó a los Cameros nuevos a ser santera en la ermita de la Virgen de Lomos de Orios. En Villoslada de Cameros fundó un taller permanente de elaboración de almazuelas que continúa trabajando en la actualidad.
     Socia fundadora en 1998 de la A.E.P. (Asociación española de Patchwork) con sede en Barcelona desde donde se trabaja con asociaciones de Europa y América dando a conocer a través de artículos, conferencias, exposiciones y ferias nacionales e internacionales el trabajo realizado en España sobre este técnica textil prácticamente desaparecida a finales del siglo pasado, fomentando así un intercambio cultural entre distintos países y abriendo una vía de comercialización y creación de puestos de trabajo que esta artesanía renaciente exige en el momento actual.
     Hoy prosigue con su labor de realización de almazuelas que son auténticas y exclusivas obras de arte y con su faceta pedagógica en el Molino de Sorzano donde tiene su taller. Lo que en el pasado era una forma de reaprovechar viejas telas en una época de pobreza y subsistencia es hoy, en sus manos, una depurada artesanía sustentada en una dilatada investigación etnográfica.

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Jacinto Sagarna, El pastor del Gorbea
Texto primero: Emilio Barco. Piedra de rayo, nº 9, junio 2003.
Fotos (y ampliación de texto) de Iñaki Gorostidi: Jacinto con su mujer Rufina y el nieto Yoseba, en su casa de Tudelilla.

     Si es usted persona de campo seguro que ha oido hablar del pastor del Gorbea. "Este año aún falta la nevada más grande, ha dicho el pastor del Gorbea". "Verano con mucha piedra, lo ha dicho el pastor del Gorbea". Hace ya tiempo empecé a pensar que, dada mi edad y los años que llevaba oyendo frases como estas, lo del pastor del Gorbea era tan solo una leyenda que había ido tomando cuerpo en el imaginario del común o, a lo más, una simple reacción de la cultura popular a los avances tecnológicos que nos han llevado del blanco y negro de Mariano Medina a los colorines de Maldonado o de Montes de Oca (que cada cual tiene sus creyentes), en estas cosas de la metereología. Pero mira por donde que no, que el pastor del Gorbea existe y, lo que es más sorprendente, vive en Tudelilla. Sí, como lo lee, en Tudelilla.

      El lunes 13 de junio, me acerco hasta Tudelilla, para ver si me encuentro con Jacinto y le hago unas fotos para esta página. No fue difícil localizarle, en el pueblo cualquiera te indica donde se encuentra su casa (Casa Aguirre). Me encuentro primero con la que luego me da a conocer que es su mujer. Jacinto estaba en la huerta y pronto se acerca al encuentro de la persona que pregunta por él; nos saludamos y nos sentamos en una mesa, en la terraza de la casa.
      La conversación se extiende más de una hora, por lo que son muchas las cosas que me cuenta. Como algunas de estas cosas estan recogidas en el artículo de Piedra de Rayo, recojo y añado otras que me ha comentado:

     Nací en Bizkaia, en un pueblo que se llama Ceanuri (11-09-1935), sito en la parte baja del puerto de Barazar, en una casa que se quemó y nadie quiso levantar y el abuelo le echó unos tejados y ahí viví hasta los 18 años yendo y viniendo de pastor al monte...
     ... a los 8 años ya andaba con el padre con las ovejas, y a los 9 ya solo (hasta 15 días seguidos con esta edad). Pasaba seis meses arriba en el monte, en una chabola vieja hecha con ramas de haya y cesped por encima, en compañia de un perro grande y fiel. Subía el 1 de mayo y bajaba un poco antes de navidad. Allí cuidaba de las ovejas, ordeñaba para hacer queso y hacía carbón. Y así hasta los 18 años. Luego plantaron pinos y se puso difícil y me vino el conocimiento porque los otros pastores me solían decir, tu aquí estas mal, que aquí siempre vas a estar con pantalones viejos como nosotros y empecé a avivar un poco y puse una bodega en Bérriz y pasé de pastor a vinatero...
     ... para saber hacer las cuentas del vino, fuí a clases particulares durante dos años; el maestro me decía que no dejara de estudiar que valía mucho para las matemáticas, pero la necesidad apretaba...
     ... cuando dejé las ovejas, primero repartía vino de otro, pero al año ví que podía hacerlo yo, y puse mi propia bodega.      Trabajaba hasta 20 horas diarias, vendiendo vino. Como era decidido, algunas veces compraba el vino de todo un año que vendía al precio de cada momento, por lo que entre una y otra cosa pude ir haciendo un dinero.
Con la experiencia del monte, con 17 o 18 años ya empecé a anunciar el tiempo y de ahí seguí palante. Primero no le cogía bien y había algún fracaso que otro, pero luego ya iba cogiéndole, cogiéndole, y la edad también hace, siempre le hace aprender a una persona más, y ya iba acertando bastante. Luego el Correo Español me cogió (Munitibar publicó muchos artículos sobre mí) y empezó a anunciar el tiempo y de ahí luego también Deia (Iturrieta igualmente publicó muchos artículos) y otros periódicos y también radio Vitoria, y aquello ya era una locura... esta es una de las razones por las que me vine a La Rioja...
     ...yo ya dejé lo de las radios y los periódicos. No tenía medios para andar así todos los días, pues con el tiempo hay que andar mucho, ir a la montaña, que si ver el viento de allí, de la otra parte, dónde van los humos y que hacen y que no hacen, verles a los animales y claro, para eso hay que estar mucho en el campo y por eso dejé de anunciar. Y ahora, pues estos de Tudelilla me andan que si esto, que si lo otro y ya les digo, pero me dan menos guerra...
     Hace algunos años empezó a quedarse sin vista y le auguraban que se quedaba ciego de un ojo, pero gracias a unos médicos que le asistieron pudo recuperar la vista del ojo que le fallaba; pero en su estancia en el hospital de Galdakao, le pusieron en su habitación a un paciente enfermo de vias respiratorias y ... "todo se pega, menos la belleza", acabó enfermo, y como solución se ha venido para La Rioja, donde entre el tiempo y los consejos médicos ha conseguido recuperarse, "me vuelvo a encontrar en perfecta forma", me comenta.
Jacinto Sagarna Urruchurtu y su mujer Rufina Aguirre Barrutieta, tienen dos hijas que viven en Durango y algunos nietos. Conserva su euskera en el trato con la familia, y nos comenta que de joven hizo pinitos de Bersolari. Hasta tal punto le gusta esta faceta, que en la actualidad esta realizando un libro sobre su vida, en berso y en euskera, y posteriormente lo hará en castellano. 
     En la actualidad pasa el rato en la huerta, donde ha plantado todo tipo de arboles, verduras y moscatel de Murcia, como me indica. Es muy aficionado también a coger setas (perretxicos) y tiene incluso sus sitios "secretos" donde no le fallan.
Y todo ello ..., a pesar de que "no recibo ni un duro de la Seguridad Social".

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Presos vascos en el frontón Beti-Jai.
Texto: Carlos Muntión Hernáez. Piedra de rayo, nº 16, abril 2005
Informe: Archivo del nacionalismo. Fundación Sabino Arana.

     Por estas tierras riojanas, casi todo el mundo sabe que el desaparecido y famoso frontón Beti-Jai fue utilizado como cárcel de exterminio durante la guerra 36-39. Cientos de personas pasaron allí sus últimas horas antes de ser “sacados”, “paseados” hacia la muerte. Existe un estremecedor relato, Las Sacas, escrito por Patricio P. Escobal, testigo de aquellos macabros días, cuya lectura recomendamos vivamente.
     El informe que presentamos ahora se encuentra en el Archivo del Nacionalismo Vasco, Fundación Sabino Arana y nos facilita nuevas pistas de investigación, de momento, poco estudiadas en La Rioja. Por ejemplo, la llegada de voluntarios franceses del partido Monarquico y de extrema derecha Action Francaise y la presencia en el Beti-Jai de presos no riojanos.
     Reproducimos fotocopiadas, las cinco hojas del documento. Las fotografías son un añadido nuestro y como anexo facilitamos la traducción al español del texto original en euskera para una más correcta interpretación del informe.
     Agradecemos al "Archivo del Nacionalismo, Fundación Sabino Arana" la autorización para difundir el documento.

     El frontón Beti-Jai se inauguró el 21 de septiembre de 1912 con un partido de remonte. Tacolo y Arazamendi ganaban 50 a 41 a Ucín Menor y Errezábal. El techo estaba acristalado permitiendo la entrada de luz natural.

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IRUÑA-VELEIA. Las primeras palabras en vascuence.
Texto y fotos: Henrike Knörr
. Piedra de Rayo, nº 21, julio, 2006

     El 19 de mayo, en la conferencia que ofreció en el Ateneo Riojano sobre La Lengua Vasca en La Rioja, Henrike Knörr soltó una enigmática frase informando de que en pocos días aparecería en la prensa una noticia cultural que iba a cambiar lo que hasta ahora contábamos sobre la antigüedad del euskera. El día siguiente, el profesor anduvo de turismo cultural visitando la ermita de Arcos en Tricio y la exposición sobre la carpintería tradicional que el Museo de Nájera había montado para celebrar el día de los museos, pero no contó nada de la noticia misteriosa.
     Lo que sabíamos hasta ese momento, mil veces repetido, era que las más antiguas palabras escritas en vasco estaban en un códice de San Millán que podría fecharse a mediados del siglo XI.
     El 15 de junio de 2006, en una multitudinaria rueda de prensa, a pesar de que la noticia ya se había filtrado, conocíamos que en el yacimiento de Iruña-Veleia, cercano a Vitoria, los arqueológos habían encontrado palabras escritas en euskera en céramicas del siglo IV. Si esto era cierto, se acababa para siempre uno de los eslóganes turísticos mas repetidos, ese de San Millán como cuna del Castellano y también del Vasco.
     El estudio de estos extraordinarios testimonios lingüísticos le ha sido encargado a los profesores de la univerdidad de País Vasco Joaquín Gorrochategui y Henrike Knörr. A pesar de que su investigación no ha terminado, y abusando de su amabilidad, le hemos pedido a nuestro amigo Knörr que comente para Piedra de Rayo esta gran noticia histórica. En la próxima revista también aparecerá otra colaboración suya.

     El artículo que viene a continuación, es casi identico al que se encuentra, dentro de personajes, en Henrike Knörr.
Foto: Iñaki Gorostidi.

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