Nace en Logroño el 24
de Enero de 1.819.
En
la Partida de Bautismo existente en la Concatedral de Santa María
de la Redonda de Logroño, se especifica
que el día 25 de Enero de 1819, sus padres Pedro Zubía,
natural de Bedoña (Arrasate-Mondragón/Gipuzkoa) y
madre Antonia Icazuriaga, natural de Logroño, y ambos vecinos
de esta ciudad, declararon que el 24 del mismo mes y año
citados, a la "una y media de la mañana", vió
la luz por primera vez.
Sus abuelos paternos fueron Juan de Zubía y Josefa de Icazuriaga,
ya difuntos, naturales y vecinos de Bedania, y maternos Ignacio
de Icazuriaga, natural de Navarniz (Vizcaya), y Ana Solana de Quel.
Foto: Panteón del Doctor Zubia en
el cementerio de Logroño y lapida en el Panteón.
En
1825, cuando contaba seis años, falleció su padre.
Cursa y aprueba tres años de latinidad y
los tres cursos de filosofía en el Seminario Conciliar
de Logroño durante los años 1827-1833.
Se gradúa de Bachiller en Filosofía en Madrid
en 1840.
Estudia los cuatro cursos de la carrera de Farmacia con
la nota de Bueno en el primer año y de Sobresaliente en los tres
restantes graduandose como Bachiller en esta facultad en 1842.
Desempeña la Ayudantía de la Cátedra de Química
del Colegio de Farmacia desde 1842 a 1843.
Se gradúa de Doctor en Farmacia en 1843.
Fue nombrado, con carácter interino, para el desempeño
de la Cátedra de Historia Natural del nuevo Instituto de
Logroño por la Junta Inspectora del Instituto Riojano en
1843. Obtuvo Real nombramiento de catedrático interino de
esa asignatura y del mismo Instituto de Logroño a consecuencia
de ejercicios practicados al efecto por haberse sacado a oposición
varias cátedras de Institutos en 1844.
Foto: Busto del Dr. Zubia, junto al IES Sagasta,
en Logroño
En Junio de 1846 fue nombrado por el Director del Instituto comisionado
para presidir los exámenes del Colegio privado de Cervera
de Río Alhama, agregado a dicho Instituto, cuya comisión
ejerció al mismo tiempo que un informe del Ministerio de
Instrucción Pública acerca del funcionamiento de dicho
Colegio.
Convocadas por el Ministerio del ramo correspondiente las Cátedras
de Ampliación de Historia Natural vacantes en varias universidades
del Reino, se presentó opositor consiguiendo el segundo lugar
en la terna y, en su virtud, obtuvo el titulo de Catedrático
de Historia Natural de la Universidad de Oviedo en 1847.
Por Real Orden de 16/11/1847 fue trasladado a petición
suya, por ser dañoso a su ya quebrantada salud el clima de la capital
de Asturias, al Instituto de Logroño conservando el derecho de ser
colocado nuevamente en Universidad. Por real Orden de 30/04/1851 se declaró
corresponderle la propiedad de la cátedra apreciada desde la fecha
de su reingreso en Logroño, que en un principio se le había
denegado como antigüedad.
Hablar de la Cátedra y Gabinete de Historia Natural en las instalaciones
del ex-convento nos resume al periodo en que es catedrático el doctor
Ildefonso Zubia e Icazuriaga que ya hemos visto que toma posesión
interinamente en 1843 y que, desde 1847, la ocupa en propiedad hasta su
muerte en 1891.
En 1854 se gradúa como Licenciado en Ciencias Naturales.
Corresponsal del Museo de Historia Natural de Madrid desde
1849, Individuo corresponsal del Colegio de Farmacéuticos de la Corte
desde 1855 y Académico y Socio corresponsal de la Academia Nacional
de Medicina y Cirugía de Valladolid desde 1854, esto último
a causa del celo, laboriosidad e inteligencia con que practicó el
análisis químico en la causa criminal de envenenamiento formada
en el mismo año por el Juzgado de primera instancia de esa capital.
En 1853, obtiene el oficio de nombramiento y titulo correspondiente,
por el Ilustrísimo Señor Obispo de Calahorra, de la cátedra
de Física del Seminario Conciliar de Logroño donde fundó
un Gabinete de instrumentos y aparatos de física y química
adecuado a la enseñanza, cátedra que desempeño hasta
Octubre de 1855 en que, por dimisión del catedrático de Física
del Instituto pasó a encargarse de ésta cátedra.
En 1856 obtiene el nombramiento de Catedrático
de Elementos de Física y nociones de Química y de
Elementos de Historia Natural a consecuencia de la refundición
de ambas cátedras.
Desde Mayo de 1848 en que fue nombrado Individuo nato de la Junta
de Agricultura evacuó en varias ocasiones informes científicos.
En 1857 fue nombrado, también, vocal de la Comisión
permanente de la Estadística Provincial.
Según oficio de 1857 fue comisionado por el Gobernador
para formar una abundante colección de plantas y semillas medicinales,
tintoreras, textiles, maderas y otros productos para la exposición
agrícola que se verificó en la Corte en el mismo año.
Habiendose presentado como expositor particular de plantas, vino y alcohol,
en la citada feria de septiembre de 1857, obtuvo cinco Diplomas: cuatro
menciones honoríficas y una medalla de cobre.
Como catedrático de Química y profesor de
Farmacia ha practicado varios análisis en causas criminales por orden
del Juzgado de primera Instancia, varios reconocimientos de sustancias alimenticias
por encargo del Ayuntamiento y, cuando en los meses de noviembre y diciembre
de 1854 fue invadida Logroño por el cólera morbo asiático,
hallandose su oficina entre uno de los puntos mas atacados, estuvo, sin
descansar, día y noche socorriendo a los enfermos haciendo donación
de los medicamentos suministrados a los pobres y contribuido con un donativo
pecuniario para el socorro de los mismos.
En
las excursiones que se hicieron en 1849 y siguientes por la provincia
de Logroño ha formado un Herbario de unas mil especies de
plantas enriqueciendo el Gabinete de Historia Natural del Instituto
con una colección de Insectos, peces, minerales, conchas
y petrificaciones del país, parte de cuyos objetos, recogidos
por duplicado, fueron remitidos al Museo de Historia Natural de
Madrid, mereciendo que por R.O. de 1850 se le abonasen los gastos
hechos en tal menester.
En las ausencias y enfermedades de los Directores
desempeño, como catedrático mas antiguo, la Dirección
del Centro y en 1859 recibió el nombramiento de Vice-director
por el Rectorado de la Universidad. Fue Director del Instituto desde
1866 hasta 1868, en que fue cesado por la Junta Revolucionaria.
Se reincorporó a la dirección del centro en 1884 y
el 03-06-1891 ocurre su fallecimiento. Foto:
Retrato del Dr. Zubía, realizado por Rubio Dalmati
Legó al Instituto su colección de plantas
y una colección de libros para la Biblioteca.
Entre sus múltiples trabajos actualmente están publicados
dos: "Reseña de la Provincia de Logroño"
y "Flora de La Rioja" (1921). La inmensa mayoría
siguen inéditos, especialmente aquellos que son informes pedidos
por los distintos organismo de la provincia sobre temas agrícolas,
geológicos y de aguas.
Su labor más sobresaliente se refiere a la enseñanza.
Durante décadas se formaron, en las aulas del Instituto Provincial
de Logroño, los hijos de las burguesías riojanas, sobre todo
las logroñesas. El laboratorio y el herbario del centro creado y
dirigido por el Dr. Zubía fue, para muchos alumnos, el inicio de
su interés por las Ciencias Naturales.

Catálogo del libro:
Autor: Zubía e Icazuriaga,. Ildefonso
Título: Flora de la Rioja / Ildefonso
Zubía e Icazuriaga
Editor: Logroño : Instituto de Estudios Riojanos, 1993
Descripción física: 273 p. ; 25 cm
Serie: Biblioteca de temas. riojanos ; 52
Materias: Flora-La Rioja (Comunidad Autónoma)
Autores: Mendiola Ubillos, María Ángeles
LA FLORA DE LA RIOJA.
1991 - 284 p. 4,80 €
ILDEFONSO ZUBÍA ICAZURIAGA (1819-1891): UN NATURALISTA RIOJANO
EN EL SIGLO XIX. Dirigido y coordinado por J. Martínez Abaigar
1997 - 232 p. 4,80 €
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PROLOGO
Me es grato aportar a este Monográfico,
dedicado a la memoria de mi bisabuelo el Dr. D. Ildefonso Zubía
e Icazuriaga, unas breves líneas de presentación.
Me uno al elogio que dedican al sabio, investigador, estudioso,
trabajador infatigable y, según el testimonio de los que
le conocieron en su tiempo, hombre de gran corazón y sencilla
humildad. Fue muy querido y respetado, como se deduce del relato
que hace D. Jerónimo Jiménez, Cronista Oficial de
Logroño, refiriéndose al entierro del Dr. Zubía:
"El día tres de junio del ya lejano 1891, todo Logroño
se concentró para dar su último adiós y rendir
un mudo testimonio de homenaje y gratitud a la figura de este egregio
logroñés". Su obra fue inmensa y recogida en
textos nacionales y extranjeros. Aportó un sinfín
de datos a muy diversos campos de investigación, con una
dedicación muy especial a la Botánica.
Me siento orgullosa, como riojana y como biznieta, de ser descendiente
directa de un hombre extraordinario, que tanto aportó al
saber de su época y cuyos extensos conocimientos han seguido
siendo válidos para generaciones posteriores. Gracias a mi
padre, José María Zubía, guardo vagos recuerdos
de anécdotas relacionadas con su abuelo, al que admiraba
y quería, pero era yo entonces muy pequeña y sólo
sé que todas ellas eran entrañables y llenas de cariño.
Precisamente por iniciativa de mi padre se publicó la magnífica
obra Flora de La Rioja.
En 1974, en la Glorieta de Logroño que lleva su nombre, y
con motivo de la inauguración del monumento dedicado a mi
bisabuelo, el entonces alcalde de Logroño, ilustrísimo
señor D. Narciso de San Baldomero, pronunció entre
otras estas preciosas palabras: "Su honor es nuestro honor
y su gloria es nuestra gloria".
Por mi parte, agradezco a quienes han querido que el recuerdo de
este sabio, de este gran hombre, siga estando vivo para orgullo
de todos sus paisanos y de todos los españoles.
Mª Teresa Zubía
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